Miércoles, 22 de Septiembre de 2010 23:36
Hasta el día de hoy sociocanaya.com evitó referirse a las numerosas informaciones que posee sobre los conflictos y las divisiones en la comisión directiva de Rosario Central debido a que, pese a nuestra insistencia a la hora de investigar todo lo referido al club, queríamos dar tiempo a la conducción para que limpie internamente sus asperezas.
Sin embargo, en el día de ayer, el suplemento Ovación del diario La Capital publicó en su sección Rumores un artículo titulado “El gran enojo del más chiquito”, que deja entrever el malestar del vicepresidente primero Rubén Fernández, que no pasó desapercibido para nosotros y que nos obliga a aclarar el tema con nuestro lectores.
En la nota en cuestión se le atribuye al “Pitufo” –así se lo conoce por su baja estatura- haber manifestado que se encuentra “cansado de las peleas por el poder” a lo que aparentemente agregó que las divergencias en la comisión directiva “son tantas que ya hay más líneas internas que integrantes”. También se hace referencia a una posible renuncia del propio Fernández, que seguramente no se producirá.
Como es de público conocimiento, la comisión directiva fue formada de apuro días antes de los comicios y surgió de la unión de un numeroso grupo de integrantes de Raza Canalla con dirigentes provenientes de otros sectores. Tal es el caso del presidente Speciale, que alguna vez militó en el usandizaguismo y hasta hace meses se encolumnaba en Pasión Canaya detrás de Ricardo Milicic, o del protesorero Miguel San Martín que acompañó durante sus dos gestiones a Pablo Scarabino.
Lógicamente, la heterogeneidad entre los componentes de la comisión y la escasa experiencia de la mayoría de ellos desataron los previsibles roces y los constantes intentos de algunos directivos de posicionarse con mayor cantidad y calidad de poder que otros.
Sin embargo, más allá de todo lo mencionado, la principal disputa que existe en el seno de la comisión directiva de Rosario Central se produce entre el presidente Norberto Speciale y el mánager Gonzalo Belloso, en la que ambos compiten por la decisión final y por el poder principal en la mesa chica de la institución.
Independientemente de cualquier apreciación, Belloso sabe perfectamente que su figura tuvo mucho más injerencia en la decisión de los electores que la del presidente Speciale. De hecho, eso quedó comprobado en la encuesta que realizó sociocanaya.com, donde la imagen positiva de Belloso fue seleccionada como la principal razón por la que ganó Raza Canalla, mientras que la investidura de Speciale apareció como la última opción y muy lejos del rechazo de algunos votantes a la Agrupación Crece-.
En esta suerte de disputa, Belloso se aseguro la mayoría en la mesa directiva (Presidente, Tesorero y Secretario General) ya que tanto Federico Larrazabal –de pasado usandizaguista- como el contador Eduardo Macías son afines al ex jugador canalla.
En relación a los conflictos con el vicepresidente Fernández, llama poderosamente la atención su disconformismo ya que es un hombre de conocido de Speciale e incluso realizó trabajos en conjunto con la esposa del presidente (de apellido Rumieri) ya que ambos son arquitectos. De todos modos, trascendió que el vicepresidente se siente más cerca de Belloso que de Speciale.
Además otro problema que origina fricciones es la la escasa simpatía de la que goza Speciale de parte de varios miembros del grupo inversor que asesora al club, que ya habría desembolsado más de 500 mil dólares a pesar de que no tienen demasiada afinidad con el máximo mandatario.
A esta altura las diferencias entre el presidente y el mánager son muy grandes y se ven claramente potenciadas por el carácter y la fuerte personalidad de ambos. Según se comenta en los pasillos del club, la intención de algunos dirigentes de investigar judicialmente ciertos hechos de la gestión Usandizaga incomoda visiblemente al presidente Speciale, que participó durante más de un año de aquella conducción.
Sería importante preguntarse si Speciale estará al tanto de lo ocurrido con el millón de euros que el Benfica giró de más por la venta de Ángel Di María. O si, sobre el mismo tema, la comisión también posee intenciones de examinar el trabajo del Dr. Arturo Araujo durante la intervención, aunque parece difícil que eso ocurra ya que fue contratado por el secretario Larrazabal para ocuparse del área legal del club.
De todos modos, los inconvenientes no culminan allí ya que también existieron entredichos por las contrataciones de algunos de los refuerzos del plantel, aunque este tema lo abordaremos con mayor profundidad en un informe que publicaremos mas adelante.
Desde nuestra óptica consideramos muy complicado que puedan limarse las asperezas ya que las conducciones no suelen terminar bien cuando una persona es la que preside y otra distinta la que manda. De todos modos, esperamos de corazón que se privilegie a Central sobre los intereses personales y que la comisión trabaje de forma mancomunada con el plantel, cuerpo técnico e hinchada en pos de lograr rápidamente el retorno a la Primera División.
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