domingo, 3 de octubre de 2010

Vencimos a Merlo a pesar de Mostaza


Parece el Cachi, pero no es el Cachi

Del mismo modo en que lo manifestamos durante la semana y en la previa del partido, el ciclo de Reinaldo Merlo se encuentra agotado desde cualquier punto de vista por lo que el resultado que su equipo cosechara en el encuentro de ayer muy difícilmente podía revertir esa tendencia.

Y así se lo hizo saber el público que se acercó al Gigante de Arroyito, que unánimemente reprobó al entrenador aún cuando su formación se encontraba gananciosa. Es evidente que, a criterio de todos, con un entrenador poco afín al trabajo, timorato y escaso de estrategias será muy difícil lograr el tan necesitado ascenso a la Primera División.


La exhibición del equipo frente a Deportivo Merlo se pareció muchísimo a la de los encuentros anteriores ya que en todo momento careció de identidad e ideas de juego, por lo que el partido quedó supeditado a los pocos aciertos individuales y al sinfín de errores que ambos equipos cometieron.

El primero en fallar groseramente fue Rosario Central a los 16 minutos, luego de que un inexplicable quedo de la última línea obligó a Diego Braghieri a cometerle penal al delantero Ceballos. La ocasión fue bien capitalizada por Vila y la formación visitante pasó al frente en el marcador casi sin proponérselo.

A partir de la anotación del Deportivo Merlo aparecieron las dos únicas virtudes que mostró Central a lo largo de la noche: Su actitud para revertir la tendencia negativa y la descollante actuación individual de Javier Toledo, que convirtió dos goles, llevó mucho peligro y se transformó indudablemente en la figura del pleito.

Corrían 21 minutos cuando uno de los pocos desbordes interesantes de Alexis Danelón encontró la cabeza del mencionado Toledo, que sometió a Capogrosso con su envío y decretó la igualdad que devolvió una pequeña dosis de tranquilidad al repleto Gigante.

Sesenta segundos más tarde y ni bien Merlo movió desde el centro, Luciano Figueroa fue astuto para robar el balón y encontrar con su asistencia al propio Toledo, que fue derribado en plena área cuando se aprestaba a rematar. Justamente el ex Chacarita se encargó de transformar el penal en gol para revertir de manera inmediata un resultado que impacientaba absolutamente a todos.

En un hecho que prácticamente no tiene precedentes en la historia de nuestro club, la hinchada no se dejó llevar por el resultado y aún con el triunfo parcial reprobó abiertamente el trabajo del entrenador y la actuación de un Central que a pesar de la victoria se mostró tan descolorido como en las ocho fechas anteriores.

En el complemento no hubo mucho para destacar, a excepción de la expulsión del técnico canalla que no se muestra despierto ni siquiera para sacar a su equipo a tiempo para jugar el complemento. Otra actitud que no suele observarse de parte de la gente fue el pedido desde los cuatro costados por el ingreso de Antonio Medina, que inexplicablemente fue marginado e ingresó para disputar el último cuarto de hora.

En resumen, el encuentro ante Deportivo Merlo sólo arrojó un resultado que provisoriamente aquieta las aguas pero que de ninguna manera disimula el pobre presente de un equipo carente de brújula y de organización táctica. De este modo es difícil ilusionarse con pelear por el retorno a Primera y la sensación de que con Mostaza al mando será imposible ascender aflora en todos los hinchas independientemente de los resultados del equipo.

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